El
diccionario de la RAE define al infinito como aquello “que no tiene
ni puede tener fin ni término”.Cuando el ser humano comenzó a
desarrollar el pensamiento numérico tuvo dificultades para
asimilar plenamente las grandes cifras. Algunas tribus aborígenes
australianas actuales poseen en su lenguaje vocablos sólo para las
cantidades “uno” y “dos”, cualquier cifra superior lo asocian
a la categoría de muchos. Esto nos recuerda que en los inicios de
nuestra civilización ocurrió una situación similar, ya que si
pesquisamos el origen de la palabra “tres” veremos que está
emparentada con el concepto de “trans”, que significa más allá.
El
símbolo del infinito corresponde a "un 8 tumbado" que es
representado por una Lemniscata. Cuando pensamos en el infinito
, pensamos en lo transpersonal, quizás por ser algo que no tiene
alcance material nos lleva al contacto con lo supranatural, lo
eterno, y tiene la paradoja que al mismo tiempo que no es alcanzable
físicamente, sì lo alcanzamos por medio del espíritu. Este símbolo
produce la unión con la fuente de la que somos parte.
El
símbolo del infinito (lemniscatas), es la principal técnica usada
en la dinámica osteodinàmica , donde por medio del uso del símbolo
del infinito, se crean pulsiones silenciosas, captadas y armonizadas
por el terapeuta que escucha a sus pacientes. El doctor Buhler
escribía en el 1967: "El ritmo no aparece sino de campos
de tensión que se forman entre polos, y su rol es el de
relacionarnos, de hacer que se comuniquen y se equilibren. Su
verdadera importancia es llevar a los polos opuestos a su equilibrio
sin corto circuito y permitir así el devenir del organismo a pesar
de sus contrastes y tensiones"
Las
palabras de Buhler me llevan al arcano La Templanza, entre sus manos
contiene dos jarras con energías opuestas, la luna y el sol que se
mezclan con la energía de la lemniscata,armonizando los opuestos,
creando lo infinito. La mujer Templanza me recuerda a lo que Toni
Wolfe, un analista junguiano que vivió en la primera mitad del siglo
XX, que usó el termino : "la mujer medial". La mujer
medial está situada entre mundos. Comunica la realidad cotidiana con
el inconsciente místico y actúa de mediadora entre ambos. La
Templanza es un ángel en la tierra. Los ángeles simbólicamente
también cumplen está función de mensajeros del inconsciente, de
nuestras profundidades, de nuestra esencia, nuestro ser...La
Templanza pondera lo antiguo con lo nuevo, los sentimientos con la
razón; se traslada fácilmente desde el mundo de lo racional al
mundo de la imaginación y desde la imaginación a lo racional. Su
propia presencia equilibra todos nuestros centros poniéndolos en
comunicación con nuestro propio ser esencial.
El
Mago y la Fuerza muestran el símbolo del infinito en su cabeza.
Ambos sombreros tienen forma de lemniscata. Mientras que El Mago
realiza su magia con sus manos, de cintura para arriba
haciéndonos ver más allá de lo que en realidad vemos, La Fuerza
realiza su propia fuerza hacia abajo, consiguiendo abrir el hocico
del león con total sutiliza. Ambos arcanos suponen aperturas de
comienzos. El Mago el comienzo de una nueva actividad , La Fuerza un
comienzo creativo o reconexiòn con nuestra fuerza instintiva
profunda y ambos realizan sus actividades con la energía del
infinito.
Tanto
El Mago como La Fuerza comparten el simbolismo del número 6, la mano
con la que sostiene su varita El Mago tiene 6 dedos. 6 son los dedos
del pie que muestra La Fuerza, 6 son los dientes del león que abre
la boca y 6 son los picos de su sombrero. Si sumamos los números de
3 en 3 consecutivamente nos daremos cuenta que todo se resume en el
número 6: 1+2
+3 =6;
4+5+6 =15 (1+5=6) ; 7+8 +9 = 24 (2 + 4 =
6 ) y así hasta el infinito.
Por
eso el número 6 además de ser el número de la belleza,
designa el infinito...tal vez porque pensar en el infinito es
belleza o porque la belleza es infinita.
El
Mago, La Templanza, La Fuerza, tres arcanos donde contactamos
arquetipicamente con el infinito que se manifiesta de diferentes
formas para recordarnos que detrás de nuestra naturaleza limitada y
puntual siempre hay en nosotros algo transpersonal, eterno, infinito.
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