En medio de todos los cambios, siempre hay algo que permanece constante. Julio nos invita a acercarnos a aquella estabilidad dentro de las inestabilidades. Nosotros mismos. Nuestra realidad.
Aquella realidad que nos acompaña y acompañara siempre. Quizás nos hemos alejado de ella mas de lo que pensábamos, identificándonos con otras realidades efímeras.
Julio nos tiende la mano para soltar y crear. Es hora de dejar ir las identificaciones enmascaradas, aquellas realidades que no resuenan mas en ti y que en algún momento fueran adheridas como si formasen parte de tu propia piel. Tal vez ya no las necesitas mas y están esperando a que te decidas cerrarlas para poder dejar entrar otras realidades nuevas que resuenen contigo. Los ciclos necesitan cerrarse para poder dejar entrar otros nuevos.
Sabiendo que lo único estable es el propio cambio, es hora de mirar a los ojos a la vida que quieres vives, la que te esta buscando y espera que inicies a ponerle los cimientos necesarios para construirla.
Probablemente cuando empieces a hacerlo, te des cuenta que es mas fácil de lo que imaginabas y que el principal impedimento no era externo, sino radicaba en tus propios modelos y estancamientos mentales que ralentizan vivir como quieres vivir.
Julio te invita a soltar lo que te pesa, a liberar lo amarrado y abrirte al milagro que simplemente sucede cuando vives priorizando la realidad que destella tu realidad estable. Tu mismo.
