Después de estar inmensos en el mundo de la indecisión; el mes de febrero se nos presenta propicio para ponderar las energías contrarias, observando que una es reflejo de la otra y van a parar al mismo río.
Es tiempo de abrirse a los mensajes de sincronicidad que hemos recibido y que por el remolino mental no los hemos escuchado.
Convièrtete en tu propio maestro/a, rompe los moldes que ya no te sirven y sigue adelante. A veces para dar el siguiente paso hay que empezar de nuevo. Pero siempre hay un sol que te espera para evitar que te quedes congelado.
Quizàs con el reciclaje de ideas y abandonando las inservibles encuentras la quietud mental que haga florecer algo nuevo.
