La energía creativa y sexual está presente en la vida de cualquier ser humano. Según las filosofías orientales, la energía vital, llamada prana circula a través de canales de energía denominados nadis que atraviesan puntos relacionados físicamente con glàndulas endocrinas donde la concentración de la energía vital (prana) es mayor. Dichos puntos se denominan chackras, cuya traducción del sánscrito quiere decir rueda ò circulo.
Hay siete chackras principales que recorren el canal principal por el que asciende la energía kundalini, que van desde el coxis(chackra Mooladhara) hasta la parte superior de la cabeza (chackra Sahasrara).
La energía sexual y creativa se encuentra enfocada en el segundo de los chackras, Swadhisthana chackra, el cual se encuentra localizado detrás de los órganos sexuales. Se representa a través de una flor de loto de seis pétalos en cuyo centro hay una luna creciente.
Si nos fijamos en los arcanos mayores del TAROT de Marsella, el arcano III, La Emperatriz tiene esta misma luna creciente de color negra en sus pies. La luna es un satélite receptivo ya que recibe la luz del sol que vemos iluminada en sus diferentes fases en la noche. La luna creciente de la Emperatriz nos recuerda que la fuerza sexual y creativa es una energía cósmica, divina que recibimos en nuestro nacimiento.
La Emperatriz y la Reina de Bastos guardan cierta similitud. Como podemos apreciar ambas apoyan su centro de poder (La Emperatriz el centro de la tierra y la Reina de Bastos su propio bastos) sobre el chackra creativo-sexual, el swadhisthana, indicando ambas que actúan a partir de su propia creatividad. Ambas dos también tienen semejanzas en la vestimenta, cubiertas por una capa rojo intenso en su interior visten de azul oscuro. Quizás ambas dos tienen un mensaje parecido: una llamada ardiente irresistible, pero si no se sabe cómo tratarlas te puedes quedar helado.
La energía creativa y sexual se encuentra representada en el TAROT con el elemento bastos, indicando la fuerza primitiva y esencial que existe en todos nosotros. Su correspondencia en los arcanos mayores es el león que se encuentra en una de las esquinas del arcano El Mundo. El león, animal terrestre es capaz de devorar a un ser humano si así lo quisiese, sin embargo tanto en La Fuerza como en El Mundo aparece en actitud dulce. Indicando que solo la sutileza del contacto con el alma es capaz de domar a cualquier fiera.
Si hacemos un rápido recorrido por la fuerza creativa y sexual de los arcanos menores, observamos las siguientes sincronicidades:
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| Serie de bastos de 1 al 10 |
En el I de batos, el elemento bastos, representa la fuerza creativa bruta en potencia . Si observamos la sucesión de las figuras de bastos, vemos como el basto que porta el caballero es muy parecido al basto en potencia. El caballero habiendo asimilado todo el conocimiento que le ha aportado la energía creativa y sexual lleva este conocimiento al mundo. Como todo cambia y transmuta, el caballero está preparado para transmutar la energía creativa y transformar su elemento en la espada. Es decir está preparado para transmitir el conocimiento de lo aprendido. Su basto vuelve a ser el basto bruto original del primero de los bastos no manipulado, quizás con ello nos indica que el aprendizaje de la energía sexual y creativa consiste en reconocer la fuerza original receptiva que nos es dada.
En el seis de bastos, la energía creativa ha ascendido y ha creado la flor de arriba. La energía creativa ha traspasado del chackra Swadhisthana hasta los chackras superiores produciendo el placer de crear. La persona siente la conexiòn de su propia creación como representaciòn única universal.
En el ocho de bastos, vemos un fenómeno curioso: las dos flores son minimizadas, no tienen pétalos, se reducen a lo esencial...¿No será un mensaje del arcano de concentración de la energìa, de regreso a la energía esencial, primitiva?
El diez de bastos la energía transmuta, cambia, los bastos se dividen en dos. En la etapa siguiente el próximo elemento será el As de Espadas. Al igual que el mensaje del Caballero de Bastos, no se puede guardar el conocimiento para sí mismo. Lo natural es el propio cambio en el que nada muere, sino que se transforma.
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